dilluns, 21 de maig del 2012

Harry Potter: La saga

Antes de empezar con esta reseña, debo darle las gracias al público alemán, porqué 20 personas de Alemania visitan este blog!! ¡¡¡Danke Deutschland!!! =)

Cambiando de tema, hoy os quería hablar de una saga de libros/películas que me ha encantado y que, cuando se acabó, me puse muy triste. Como la mayoría sabréis, Harry Potter, ha marcado un antes y un después de toda una generación de lectores.

Me acuerdo hace 11 años, que vi por la tele el tráiler de Harry Potter y la cámara secreta, y les pedí a mis padres, que me llevaran al cine a verla: Me encantó. Un par de meses después me la compraron en Video (De eso hace mucho, pues aún no existian los DVD's).
A partir de ese momento, cada año fui al cine, y cuando sacaron la quinta película (que por casualidad, se estrenó el dia de mi cumpleaños), como ya era sufiente mayor dije: Voy a leerme los libros.
Así qué aún me hice más fan de la famosa saga.

Hace casi dos años, en el otoño del año 2010, vi el tráiler de la séptima película, y me puse algre y triste por varias razones. Alegre: llevaba tiempo esperando ese momento. Triste: no quería que se acabara la saga.
Y por fin llegó el 15 de julio de 2011 (el día del estreno). Media sala del cine salió llorando.

Argumento:
Harry Potter es una heptalogía de novelas fantásticas escrita por la autora británica J. K. Rowling, en la que se describen las aventuras del joven aprendiz de mago Harry Potter y sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley, durante los siete años que pasan en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. El argumento se centra en la lucha entre Harry Potter y el malvado mago Lord Voldemort, quien mató a los padres de Harry en su afán de conquistar el mundo mágico.
Opinión: Recomiendo ROTUNDAMENTE que os leais esta saga, o que veáis las películas, o las dos cosas. Leí una vez en algún sitio que antes de morir hay que ver Harry Potter, y quién lo dijo no estaba equivocado. Los primeros libros son mas infantiles, pero son perfectos para toda la família. Es una saga que gusta a todo el mundo. =)


El cartel de la primera película, hace 11 años.             El cartel de la última película hace 1 año.

dissabte, 19 de maig del 2012

Cuarto capítulo de "Larry y la leyenda de Sheridan"

¡Muy buenas! Aquí os dejo el cuarto capítulo, en el que Larry, Alexia, Owic y Eamto van por todo Sheridan, con el fin de matar a Wulfric. ¡Qué lo disfruteis!

CUARTA PARTE: VIAJE
Owic miró el mapa.
- A ver... ahora estamos a dos quilómetros al norte del bosque Hari. Tenemos que pasar dos días y una noche en las Montañas  sin Tiempo.
- ¿Montañas sin Tiempo? – preguntó Alexia.
- Son unas montañas en las que hace siempre muchísimo frío. Tanto, que pierdes la loción del tiempo y si no estás muy atento a los mapas te desorientas y te pierdes para siempre.
- ¿Y no hay otra manera de ir al castillo de Wulfric sin pasar por las montañas sin tiempo? – preguntó Larry.
- Por mala suerte, no – contestó Owic y volvió a mirar el mapa -. Después de las montañas llegaremos al Bosque de los Dioses. Allí se encuentra otro Oráculo. En Sheridan tenemos dos dioses: el dios del mal, Ygucer, y la diosa del bien, Nýmpha. Cuenta la leyenda que las noches de luna llena los dos dioses se reúnen allí reencarnados en animales, árboles o cualquier objeto, y hablan sobre el futuro del reino. Pero seguramente ahora estará todo el bosque de los Dioses destruido.
Eamto les dijo:
- Después del bosque pararemos en un pueblo de artesanos para reforzar la espada de Larry. Esperemos que no haya muchos yalems y que no esté muy destruido.
- A continuación del pueblo – siguió Owic con el mapa en la mano -, vendrá la peor parte del viaje. El desierto Shirunn. Hay grandes tormentas de arena y las temperaturas pueden llegar perfectamente a los cincuenta grados terrestres. Es el punto del viaje donde mas yalems nos encontraremos, puesto a que les encanta el calor.
- No sé si saldremos con vida, Larry – se preocupó Alexia.
- No te asustes – le contestó él  y la besó.
- Ahora no estéis tan tortolitos – dijo el mago Eamto -, esto es serio.
- Por un beso tampoco pasa nada – respondió Larry.
- Bueno... voy a seguir relatándoos el viaje. Después del desierto llegaremos a la capital del reino, Mientrum. Es allí donde está el castillo de Wulfric y Helena, y donde posiblemente se encontrará vuestro profesor.
- Ahora que lo pienso – dijo Alexia - , en la Tierra ya habrá finalizado el curso escolar.
- Alexia, ¿tu a que escuela ibas? – preguntó Larry.
- A una de Londres. Cuando mi familia por parte de mi madre se mudó a tu ciudad, me querían poner en tu instituto. Pero estábamos a mediados de junio y era muy tarde para entrar en la escuela. El curso que viene, si sobrevivimos a este viaje, y salimos de este reino, iré a tu clase.
- ¡Qué bien! – se alegró Larry y le preguntó a Eamto- ¿ Aquí hay escuelas?
- Sí. Solo una. Pero se encuentra en estos momentos abandonada por esta guerra que estamos viviendo. Es una escuela de magia, situada al lado del mar, al oeste de Sheridan.

Mientras estaban hablando, estaban caminando por una valle muy bonita. Solo había hierba, ni un solo árbol. A lo lejos, se podía observar las Montañas sin Tiempo. Eran altísimas y sus cimas estaban cubiertas de nieve.
- ¿Cómo vamos a pasar las montañas en tan poco tiempo? – preguntó Owic.
- Lo he estado pensando - le respondió Eamto -. Cuando lleguemos a la falda de la montaña haré un hechizo que solo dura una hora, pero que es muy efectivo.
- ¿Cuál es? – preguntó Alexia.
- Es un hechizo que hace que  vayamos a una velocidad diez veces más rápida de lo normal.

Empezaba a hacerse de noche cuando llegaron a las faldas de las Montañas sin Tiempo. El cielo mostraba unos colores rojizos espectaculares.
- Despediros de este cielo – le dijo Eamto a los tres amigos -, pues arriba del monte solo hay nubes de tormenta y nieve. Voy a hacer el conjuro. Cerrad los ojos y concentraos solamente en mi voz.
Larry, Alexia, Owic y Eamto cerraron los ojos y éste último empezó a decir el hechizo que haría que fueran a una gran velocidad durante una hora.
-« Aliquam, celeritatis et incumbo habeant una horam. »
Los cuatro caminaron y se sorprendieron al ver que iban mucho más rápido de lo normal.
Pasó una hora y se encontraban exactamente en la cima: solo les quedaba bajar para llegar al Bosque de los Dioses.
Había una tormenta de nieve mortal. Hacía mucho viento, nevaba mucho y casi todo estaba oscuro.
- Tenemos que pasar la noche aquí – gritó Eamto.
- ¿Queeee?- dijeron a la vez Alexia y Larry.
- Mirad – Eamto sacó de su bolsillo un trozo de tela. Cuando la tela tocó el suelo se transformó en una casa pequeña.
- Increíble – exclamó Owic.

Entraron rápidamente en la casita. Era muy acogedora. Había una chimenea, cuatro pequeñas camas y la pared y el suelo eran de madera.
- ¡Qué bonita! – gritó Alexia.
- La verdad es que sí – dijo Larry.
- Cuando tengamos hijos viviremos en una casa así.
- ¡¿Qué?! – se sonrojó Larry -. ¿Ya estas pensando en tener hijos?
- No tonto –le respondió ella -. Era una broma. No te sonrojes.
- No me he sonrojado – gruñó Larry -. Es que aquí se está muy calentito.
- Escusas, escusas..... – se rió Owic.
Todos rieron a la vez.

Cenaron unas verduras que se encontraron en el valle cerca de las montañas.
- Como echo de menos las hamburguesas.... – se quejó Larry.
- ¿Qué son hamburguesas? – preguntó Owic.
- ¡Jejejejejejej! – se rió la pareja.
- ¿ Qué pasa? – preguntó el elfo.
- Que nos hace muy raro ver a alguien que aparenta quince años decir que no sabe lo que son las hamburguesas.
- ¿Y qué son?
- Es un trozo de carne con queso, verduras o salsa, entre dos trozos de pan que está muy rico. Es la comida más sabrosa de nuestro mundo – dijo Alexia.
Acabaron de cenar y Eamto les propuso:
- ¿Queréis ver que está haciendo Ratkiler ahora mismo?
- ¿El jefe de los yalems? De acuerdo – dijo Owic.

De la mano de Eamto salió una luz en la que se convirtió en imágenes con sonido y movimiento:
Ratkiler estaba en el desierto Shirunn. Pese a que era de noche, la temperatura llegaba a los treinta grados. Otro yalem se acercó a él:
- He oído que dentro de 13 días se producirá una batalla que cambiará el destino de éste reino. Si perdemos, ¿qué pasará con los yalems?
- Primero quería decirte que no la perderemos, somos demasiado fuertes. Y segundo si la perdiéramos moriríamos y ya está.
- ¿Cómo moriremos todos los yalems si hay cientos?
- Te contaré un secreto. Si yo muero, toda la raza morirá. Por eso estoy tan preocupado cuando vienen batallas.
- ¿En serio? Intentaremos protegerte.
- Que así sea.

- Ya sabemos cómo derrotar a todos los yalems – dijo Owic.
- Tenemos que atacar a Ratkiler – dijo Larry.
- Intentaremos hacerlo, solo si nos aparece por el camino – ordeno Eamto.
Alexia estaba en silencio. Owic le preguntó:
- ¿Qué te pasa?
- ¡Ese Ratkiler está muy bueno! – gritó Alexia.
- No digas eso – Larry le pegó al brazo - . ¿ Por qué lo dices?
- Porque ningún yalem lleva camisa y están muy musculosos.
Eamto les dijo:
- En su cultura es de mala educación llevar camisas o túnicas. Solo pueden tener pantalones.
- Me parece estupenda esa cultura – dijo ella.
- No seas estúpida – le dijo Larry.

Se fueron a dormir.
Por la mañana no nevaba, pero hacía muchísimo frío y el cielo estaba nublado. Los cuatro salieron. Cada vez iban descendiendo más y más.
-  ¿Cuánto tardaremos en cruzar las montañas, Owic? – preguntó Larry.
- Yo calculé cuando salimos del bosque Hari que tardaríamos dos días. Pero gracias al hechizo de Eamto supongo que antes de la noche estaremos en el siguiente sitio de nuestro viaje, el Bosque de los Dioses.

Siguieron descendiendo y pararon a comer, como siempre, verduras del valle. Poco a poco las nubes se fueron y la temperatura iba subiendo, pero aún hacía frío. Las vistas que habían desde allí eran espectaculares. Se podía ver perfectamente el Bosque de los Dioses, pero estaba destruido por los yalems. Su centro permanecía intacto.
A lo lejos, en la parte izquierda se observaba varios pequeños pueblo, entre ellos el de artesanos, al que irían después del bosque. También había un edificio con diversas torres muy bonito.
- Eamto, ¿qué es ese sitio? – Alexia preguntó señalando el edificio.
- Eso es la escuela de magia, pero no podemos ir, tenemos que llegar pronto al castillo de Wulfric.

Durante el resto del día bajaron las Montañas sin Tiempo. Cuando bajaron, se encontraron un grupo de soldados.
- Escondeos – dijo Owic.
Pero pronto se dieron cuenta de que era gente del Bosque Hari, que dos días atrás habían marchado en otra dirección a Mientrum.
- Hola – saludó Eamto.
- Hola – le respondió un soldado -. ¿Cómo habéis pasado la noche en las montañas?
- Bien. Os dije que podemos sobrevivir perfectamente.
- Tienes razón. Los soldados y yo vamos a pasar esta noche en el Bosque de los Dioses, ¿queréis acompañarnos?
- Será un placer.

Mientras, Alexia observaba el cielo: había luna llena. Recordó la leyenda de ese bosque, que los dioses – la del bien y el del mal -, se reencarnaban las noches de luna llena en cualquier cosa de ese bosque y discutían sobre el futuro de Sheridan.

Hicieron un campamento por los exteriores del bosque. Cenaron y se fueron a dormir. Estaban agotados y no tardaron en conciliar el sueño, todos excepto Alexia y Larry.
Alexia se alzó de la cama y fue a hablar con Larry.
- Hoy es luna llena.
- ¿ Y qué pasa, Alexia?
- Que puede que veamos a los dioses.
- Lo dudo mucho, Al – así es como llamaba Larry a Alexia - . Eso solo son leyendas que se inventa la gente de aquí. Son muy imaginativos.
- Creo que te equivocas. También era una leyenda la existencia de este reino fantástico, y, sin embargo, estamos aquí.
- Ya... – Larry sabía que su novia tenía razón -. Me voy a dormir, mañana será otro día.
Larry se fue a su cama, en su tienda de campaña, y Alexia se quedó un rato en el bosque. Llevaba una hora paseando por el bosque cuando entonces oyó una dulce melodía y una luz de color azul fluorescente entre los árboles. La siguió sin hacer mucho ruido y, de repente esa luz se hizo muy potente y fue hacia ella. Alexia chilló, pero nadie la oyó. Su voz y pensamientos cambiaron: se había reencarnado con la diosa del bien de Sheridan, Nýmpha. La novia de Larry, en esos momentos es como si no viviera.
Nýmpha al poco rato se reunió con Ygucer, el dios del mal, reencarnado en un fauno.
- Esta reunión es muy importante. ¿Vamos a hacer que Wulfric gane la batalla o que la pierda? – preguntó Nýmpha.
- Claramente que la gane – respondió Ygucer.
- No. La tiene que perder. Ya ha estado gobernando bastante tiempo, pero ya es hora que le toque a la pobre de Helena, otra vez buena, ganar.
- Me lo pensaré – susurró Ygucer y se fue.

Alexia despertó ya de día en el bosque, con dolores de cabeza. No recordaba con exactitud lo que había pasado la noche anterior. Pensó: “¿Me habré reencarnado con algún dios?”
A lo lejos oyó la voz de Owic y Larry gritando su nombre.
- ¡Alexia, Alexia! ¿Dónde estás?
- Estoy aquí – respondió ella.
Rápidamente los dos amigos se acercaron a ella y le preguntaron:
- ¿Dónde estabas?
- Ay... que dolor de cabeza...
- ¿Qué te pasa? – preguntó Larry -. ¿ Tienes dolores menstruales?
- No seas tonto.
La chica les relató todo lo que recordaba de la noche anterior mientras volvían al campamento.
Allí todos parecían preocupados. Pero se alegraron cuando la vieron volver junto con sus amigos. Eamto se acercó a ella y le dijo:
- Nos tenías muy preocupados. ¿Estás bien?
- Sí, gracias.

Ese día lo aprovecharon para entrenar y descansar. En una semana pasarían por el desierto Shirunn y tenían que estar en forma.
Mientras todos entrenaban, a Eamto se le ocurrió ir a consultar el Oráculo Sagrado, situado en el centro del Bosque de los Dioses. Desde que era joven, hace más de doscientos años, le gustaba oír la voz de los oráculos con sus predicciones buenas, o no tan buenas.
Llegó y entró. Era mucho más pequeño que el oráculo del Bosque Hari. Según las leyendas de Sheridan, un día el Oráculo Sagrado apareció de repente.
Dentro del Oráculo hacía bastante frío, pese que fuera hiciera unos veintiún grados centígrados.  La olor a humedad era muy fuerte. Había un hombre muy anciano, negro de piel: era el Oráculo.
- Os quiero preguntar algo – dijo Eamto.
- Pregúntame.
- ¿ En cuánto tiempo llegaremos hasta el castillo de Wulfric y de Helena?
- Si vais por el este, tres lunas, si vais por el oeste, dos lunas, y si vais por el norte, una luna.
- Muchas gracias – respondió el mago y abandonó el templo.

El día pasó más rápido de lo que Alexia se pensaba. Había estado entrenando con un soldado con su arco, y había aprendido mucho. Antes de caer la noche, el pequeño grupo de soldados que se habían encontrado días atrás con los cuatro amigos, se despidió de ellos.
- Nos vamos, tenemos prisa – comentó un soldado elfo.
- Nosotros pasaremos la noche aquí y mañana por la mañana seguiremos nuestro viaje – le respondió Eamto.
Se fueron.

Por la mañana, a las afueras del Bosque de los Dioses, antes de irse definitivamente de ese, lugar, fueron sorprendidos en ver a un unicornio muy herido a punto de morir en el suelo.
Larry, Alexia, Owic y Eamto, otra vez solos, se asustaron. El unicornio presentaba una flecha en la espalda, producida por los yalems, comentó Eamto. Eso era señal de que se estaban acercando al desierto Shirunn, el lugar donde hay más criaturas verdes aladas. Pero antes tenían que parar en Dugleda, un pequeño pueblo de artesanos, ya que querían reforzar un poco la espada de Larry.
Alexia se acercó al unicornio y lo acarició, medio llorando. Le encantaban los animales, y desde pequeña soñaba con ver a un unicornio de verdad, pero no de esa forma.
- Eamto, ¿ no podemos hacer nada para curarlo? – preguntó Larry.
- Depende si le han herido hace poco o no. Si lo han herido hace poco, supongo que sí, pero si hace más de dos horas que le han clavado la flecha, me temo que no.
- Pues pruébalo antes de que sea demasiado tarde – gritó Alexia.

Eamto se acercó a la criatura tan bonita, pero que a la vez daba tanta pena y su mano tocó la herida y se concentró.
De su mano salió una luz dorada, haciendo que la flecha saliera de su cuerpo y la herida se cerrara poco a poco: estaba curado.
Alexia, Owic y Larry sonrieron y abrazaron al viejo mago.
- Si nos hubiéramos ido por la noche, este unicornio hubiera muerto – dijo Owic.
- ¿ Me lo puedo quedar? – preguntó Alexia.
- Ahhh.... – mencionó cansado Eamto -. Está bien.

Caminaron un par de horas por un valle que en tiempos atrás, antes de la existencia de los yalems, sería muy hermoso. A lo lejos se veía Dugleda, el pueblo de artesanos, y detrás suyo, el gran desierto. Ya empezaba a hacer calor.
Alexia iba montada en el unicornio.
- ¿Es chico o chica? – preguntó Larry mirando al unicornio.
- Creo que es chica. La voy a llamar.... – pensó Alexia y repitió -, la voy a llamar..... FANTASY.
- ¿Cómo que Fantasy? – preguntó su novio – Es un poco hortera.  
- Pues a mí me gusta. Representa todo lo que estamos viviendo estos días, una “Fantasía”.
- Estas un poquitín loquita.
- Pues entonces no me habrías besado, ¿no? – dijo ella bromeando.
Todos rieron.

Entraron a Dugleda. Todos estaban sorprendidos: casi todas las casas tenían una tienda donde fabricaban cosas diferentes. Objetos mágicos, muebles, pociones...
- Aquí, en Dugleda – comentó Eamto -, los artesanos se agrupan en gremios. Hay gremios que fabrican muebles, otros ropa y otros alimentos y cosas mágicas. También se agrupan en ricos y pobres. Por la noche, dice la gente que los yalems acechan por el pueblo. Pero por el día prefieren estar en el desierto. Así que la gente no parece asustada.
- Eamto, ¿a qué tienda tenemos que ir para arreglar la espada de Larry? – preguntó el elfo.
 - A una de un amigo mío. No está muy lejos de aquí.
Siguieron caminando hasta que llegaron a una tienda, con las paredes de madera y con un cartel que ponía: “Espadas y armaduras Yeitiran”.
- ¿Yeitiran es tu amigo? – preguntó Alexia, aún montada en Fantasy.
- Sí. Utiliza una magia especial para arreglar o construir espadas y armaduras enseguida.
- ¿Y tú no podrías haberlo arreglado? – preguntó Larry.
- No. Aquí solo se pueden arreglar las armas en tiendas mágicas como esta. Mi magia no es suficiente, pero la suya sí.

Entraron. Dentro había un hombre con bigote y barba de color castaño. Estaba forjando una armadura bastante normal, pero era mágica.
Hacía bastante calor en el taller de Yeitiran. Al lado se encontraba una puerta de la que salía humo con olor a comida. Entonces Yeitiran alzó la mirada y vio a su amigo Eamto.
- Viejo amigo, ¿Cómo estás? – preguntó y le abrazó.
- Muy bien. Quería decirte que si puedes reforzar esta espada – y señaló la espada de Larry .
- Pues claro, faltaría más. Esperad un momento a que acabe de construir esta armadura y enseguida os ayudo. Entrad a mi casa – les guió hacia la puerta de la que salía olor a comida.

Owic, Eamto, Larry y Alexia caminaron unos pasos hasta entrar en su casa.
Fantasy se había quedado en la puerta del taller comiendo un poco de hierbas del Bosque de los Dioses.
Era una casa normal y muy pequeña. En la cocina, estaba cocinando Mayera, la esposa de Yeitiran.
- Hola. ¿Eres Eamto, verdad? – preguntó ella mirando al mago.
- Sí.
- ¿Queréis quedaros a comer? Estoy cocinando estofado.
- Vale.

Ya estaba arreglada la espada. Yeitiran, su esposa, Mayera, Eamto, Larry, Alexia y Owic comían mientras hablaban.
Entonces Mayera preguntó:
- ¿ Os vais a enfrentar al sinvergüenza de Wulfric?
- ¿Como lo sabéis? – preguntó Owic.
- No solo somos los únicos que lo sabemos, esta noticia tan maravillosa se está hablando y rumoreando por todo el páramo.
- ¿Enserio?
- Sí. Todos os apoyamos. Hace dos días otros soldados del bosque Hari se presentaron en la plaza del pueblo y dijeron a todos los hombres fuertes que si se querían unir a ellos. Todos aceptaron.
- Eso significa, que tenemos más posibilidades de derrotar a Wulfric – dijo Owic.
Se despidieron de la pareja encantadora, Alexia cogió a Fantasy, y se fueron directos al desierto Shirunn, el último lugar de su viaje.
Hacía una temperatura de cuarenta grados centígrados.
Owic y Larry se quitaron la camisa. Estaban llenos de sudor, pero no tanto como Alexia, ya que ella tenía una larga melena.
No tenían ganas de hablar. Cada uno estaba inmerso en sus pensamientos. Alexia pensaba en su querida hermana pequeña Molly, en sus amigas de Londres, en su madre, en su padre.. ¿Qué estarán pensando ahora mismo? ¿No saldré con vida de esta batalla?
Larry pensaba en la Tierra, su gente, su comida, sus playas....
Owic estaba nervioso por si se encontraban a algún yalem. Y Eamto estaba preocupado por si el agua se les acababa.

Durante dos días y medio caminaron por el desierto Shirunn, más o menos en silencio. Ya se habían acostumbrado a sus temperaturas, y sus pieles ahora eran más oscuras, debido al sol. Ese tiempo lo pasaron con tranquilidad, pero cuando les faltaría una hora para acabar de cruzar todo el desierto apareció un hombre alto, verde y con alas de águila: era un yalem. No era un yalem corriente, sino que era su jefe, Ratkiler.
Larry y Alexia enseguida supieron quien era, pues, cuando estaban en Las Montañas sin Tiempo lo habían visto gracias a un conjuro del mago Eamto.
Ratkiler se avanzaba, a pocos metros del suelo, hacia ellos.
- Eamto, ¿qué hacemos? – preguntó Alexia muy preocupada.
- Durante estos días he ideado un plan. Entretenedlo. Yo mientras tanto haré un hechizo para paralizarlo.
Los tres le obedecieron cuando llegó Ratkiler. Tenía una voz bastante humana, al igual que su aspecto, pero en el fondo les daba mucho miedo.
- ¿Quiénes sois?
- Somos un grupo de elfos que queremos ir a la capital del reino para encontrar trabajo – mintió Owic, lleno de valentía.
- ¿En serio? ¿Y queréis que me lo crea? – dijo Ratkiler sarcástico.
Entonces cogió a Alexia entre sus musculosos brazos y le preguntó:
- ¿Cómo te llamas, preciosa?
Ella no contestó, estaba temblando.
- Te lo repetiré, estúpida, ¿cuál es tu nombre?
- Como te atreves.. – dijo Larry, cogió su espada y fue hacia el jefe de los yalems, pero éste último le paró.
- Como des un paso más la mato.
Larry y Owic se quedaron de piedra. Mientras tanto, Eamto estaba haciendo el conjuro.  En esos mismos instantes, era invisible.
Entonces acabó de hacer su hechizo y lo lanzó hacia él.
Ratkiler cayó al suelo. No se podía mover así que hizo un hechizo y empezaron a caer rayos cerca de los cuatro amigos.
Larry tenía tanta rabia acumulada por lo que Ratkiler le había hecho a su novia, que no pudo aguantar más, cogió su espada y se la clavó en el pecho.
No pudo hacer nada, solo gritó intensamente, cerró los ojos, y los yalems se extinguieron.

divendres, 18 de maig del 2012

EUROVISION 2012

A una escasa semana de Eurovision 2012, que se celebrará en Bakú (capital de Azerbaijan), quería hacer una entrada sobre la música de este año.
Normalmente se dice: "La música de Eurovisión es muy mala, los cantantes no tienen talento y todo es politiqueo". Pues, eso, queridos lectores, no es verdad. La mayoría de la gente que dice eso es porqué no han visto el festival europeo en los últimos años.
Voy a dar unos ejemplos de las canciones  de este año y veréis como más de alguno/a de vosotros/as  cambia de idea.
Empecemos por el pais que este año todo apunta a que va a ganar: Suecia (Sweden).
Cuando escuchas la canción te transmete energia. La cantante (Loreen), pese ser de Suecia, tiene padres marroquís. La coreografía utiliza artes asiaticos, y el idioma interpretado es un perfecto inglés.
A las dos semanas de salir la canción se convirtió en número uno de las más vendidas en Suecia y en Finlandia, y a estas horas es la tercera  más escuchada en "Spotify" de la historia.

Personalmente es mi preferida de este año.
Nota personal: 10/10.



Ahora vamos con otra canción, que también está entre las favoritas. Se llama L'ammore è femmina (El amor es femenino).
La canción es de un estilo Pop-soul, bastante bonita.
También le gusta a mucha gente, pero no tanto como "Euphoria".

En mi opinión, debería quedar la 2ª o 3ª.
Nota personal: 9/10.




 


Por último, vamos a la canción que representa a Azerbaijan.
Por lo visto, los habitantes de este país no tienen mal gustos musicales. Las canciones de Azerbaijan en Eurovision siempre están muy bien musicalmente, hasta que el año pasado ganaron con "Running Scared".
Sinceramente, me gusta más la de este año. Es una balada-pop, relajante, con un estribillo espectacular.
El videoclip es muy bonito y moderno. La cantante (Sabina Babayeva) es muy guapa y canta muy bien.
Nota personal: 9,5/10.